afirmás, "pero cuando
la mañana comienza
me tomo un buen café
y arranco con mis cosas".
El sentido lo tienen
las palabras. (Ya nadie
puede creer que el mundo,
sin nosotros, sería
inteligible.) Vos,
cuando no tolerás
un no, vivís atada
al sentido. No llores:
promesa que se extingue
luego vuelve a latir.