que de pimienta y sal
estaban llenos, uno
azul, el otro rojo.
Aún los uso. Idea
te hacías de una casa
que tuviera sus cosas,
como las otras. Luego
me dejaste llevándote
lo esencial: tus baúles,
algún adorno. Ahí
están los dados: bruma
que quedó de esos días
de vino y rosas, que
me oculta el derredor.