jueves, 23 de junio de 2022

¡CÓMO NO SER UN PSI!

Mi amigo, que es un niño
(como todos nosotros), 
está pasando días
difíciles. Se entrega
cada noche al estéril
alcohol y, pendenciero
y socarrón, me llama. 
Finge pero no finge: 
está muerto y lo sabe, 
y se aturde y esconde
bromeando. Un "De profundis" 
chacotón. Yo lo escucho
y le contesto. ¡Porca
miseria la de oír
sin saber responder! 

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