domingo, 15 de mayo de 2022

FRAGMENTO

Pensé por muchos lustros que diciéndote cosas 
mediante versos suaves y lastimeros vos, 
cediendo, volverías a mí como regresa 
la sonriente mascota al llamado del amo. 

Vos me dijiste no todo este tiempo, sin 
siquiera hacerte falta formulártelo, como 
algo evidente, como algo a lo que la vida 
te había conducido: como pasar la página. 

Tal vez sin proponértelo, tal vez sin importarte 
ya mi suerte: ya no me amabas, nada más. 
Yo continué trazando tu nombre: un elemento 
con el que disponer aún de un horizonte. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

EN EL NOMBRE NO ESTÁ LA COSA

Catorce letras tienen  el nombre y apellido  con que firmás. Podría  escribir un soneto  en el que encabezaran  cada línea. Infinitas  las p...