mediante versos suaves y lastimeros vos,
cediendo, volverías a mí como regresa
la sonriente mascota al llamado del amo.
Vos me dijiste no todo este tiempo, sin
siquiera hacerte falta formulártelo, como
algo evidente, como algo a lo que la vida
te había conducido: como pasar la página.
Tal vez sin proponértelo, tal vez sin importarte
ya mi suerte: ya no me amabas, nada más.
Yo continué trazando tu nombre: un elemento
con el que disponer aún de un horizonte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario