miércoles, 11 de mayo de 2022

DIVERSAS REALIDADES

Ya no tiemblo por esas guerras lejanas. Solo 
en una noche breve frente a la mesa ronca 
en que leo y escribo desde hace varios años, 
confieso que mi perro es mucho más tangible 
que lo visto hace un rato en el informativo. 
El perro ladra, calla; yo redacto estos versos 
pensando en las arengas --¡seamos pessoístas!-- 
de los que tanto gozan hablando de lo injusto
y de tomar medidas y actuar urgentemente. 
Yo mismo he recaído en tales vicios. Nunca 
supe qué hacer. Aclaro: no se trata de nada: 
son reflexiones mustias. (Las bombas son allá.) 

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