domingo, 11 de julio de 2021

UN MACHIRULO Y SU VÍCTIMA

Habito con mi padre 
en una enmarañada 
selva de contusiones, 
es decir, somos dos 
en mi memoria, en mis 
arranques temblorosos 
contra los que arremete 
como un bull-dog. A cinco 
años de su partida, 
su fantasma me sigue 
golpeando con violencia, 
inapelable. Ruge 
su perfil de tirano 
y me reduce a un cieno 
de púber malestar 
que no se cierra nunca. 

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