miércoles, 14 de julio de 2021

NUNCA UNA CAMINATA

Como diría Lukin, 
mi espalda de lector, 
cuando cae la noche, 
no da más de torcida. 

Dolor sordo y angustia 
que piden que me aleje 
por fin de esos raíles 
que son como un calvario. 

Porque hay que redondear. 
Que se callen los libros. 
Falta hacer el poema 
que lo compense todo. 

Merecida revancha 
a que me entrego a gusto. 

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