Callado, de mirada
torva, toda la tarde
aguardaba parado
el pan que en una bolsa
le daban y volvía
a su casa a comer
de ese Cristo. La ruda,
la ríspida epilepsia
padecía y tendido
se quedó ahí nomás,
vertiginosa cruz
en la vereda. Ha muerto
hará casi dos meses.
Versos en oración,
hombre que conocí.
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