Joven. Pero no tan
mujer. Pero bonita.
Pero distante. Pero
receptiva de a ratos.
Joven. Ése es el modo
en que se reconoce.
Lo que sigue lo enuncia
nomás este deseante.
Joven. ¡Qué vaharada
de perfume sentí
cuando pasó vergüenza
involuntariamente!
Joven. Ese calor,
vuelto aroma, retorna
de nuevo a mis narinas,
cuerpo sobre el que escribo.
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