jueves, 29 de septiembre de 2022

RENÉ DOUMIC



Joven. Pero no tan 
mujer. Pero bonita. 
Pero distante. Pero 
receptiva de a ratos. 

Joven. Ése es el modo 
en que se reconoce. 
Lo que sigue lo enuncia 
nomás este deseante. 

Joven. ¡Qué vaharada 
de perfume sentí 
cuando pasó vergüenza 
involuntariamente! 

Joven. Ese calor, 
vuelto aroma, retorna 
de nuevo a mis narinas, 
cuerpo sobre el que escribo. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

EN EL NOMBRE NO ESTÁ LA COSA

Catorce letras tienen  el nombre y apellido  con que firmás. Podría  escribir un soneto  en el que encabezaran  cada línea. Infinitas  las p...