pasa en la madrugada.
Alguien lleva cartones:
sin cantar, sin silbar.
Yo que entonces leía
en voz alta me muerdo.
Y se aleja hacia el este.
Y me quedo callado.
Catorce letras tienen el nombre y apellido con que firmás. Podría escribir un soneto en el que encabezaran cada línea. Infinitas las p...
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