quintaesenciar el odio
en amor. Sólo ahora
lo veo. Rudamente
me despedí, decís,
de vos. Era un esclavo
y rompí mis cadenas
¡y aún por cuánto tiempo
arrastraré vestigios
de aquella servidumbre!
Amor, ya no a tu nombre,
sino en mi alma. Amor
o mirar ya sin hiel.
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