Las palabras que escribo
ahora son bien pobres.
Sin fuerzas, me extenúo
en busca de algún verso
que tenga vida. Nadie
puede saber lo poco
que soy ahora. Nadie,
de mi anhelar. (Tenés
un mundo que se escurre
como arena. Tratás
de retenerlo. Nimia
es hoy por hoy tu voz:
muerto nace tu canto.)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario