Leo de él cada noche
unas cinco, diez páginas
hasta que llego a un punto
en que me abro al silencio.
No tengo que creer
en sus palabras; sólo
ver qué dice, de dónde
viene en parte Occidente.
Generaciones dando
pábulo a sus historias:
de nuestros labios surgen
a cada rato muescas
que nacieron de un Libro.
Hablamos el obtuso
dialecto de una cruz
mientras la Economía
destroza nuestras almas.
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