hace un rato: ser madre,
lo laboral, sus roces.
Un poco te quejabas,
no tanto amargamente
pero sí revelando
el sinsabor del tedio
y también tus enojos
con cierta parsimonia.
Te escuché. Intervenía,
me callaba. Me digo,
te lo escribo: la luna
de esta amistad de oírse
hoy brilló un poco. Queda
que sonría el futuro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario