miércoles, 15 de diciembre de 2021

¡ES EL TANGO INFINITO!


Mato la soledad 
con libros farragosos 
que un poco me distraen 
pero que, al cabo, viles 
en ludibrios, me arrojan 
a la contemplación 
de la propia miseria. 
No nos hablamos: muerde 
el celu en su silencio. 
Yo anoto los segundos 
que pasan, que se imponen 
sin que vos me llamés, 
sin que te oiga. Dormís 
seguramente. Nunca 
sabremos, sin noticias, 
quién murió en lontananza. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

EN EL NOMBRE NO ESTÁ LA COSA

Catorce letras tienen  el nombre y apellido  con que firmás. Podría  escribir un soneto  en el que encabezaran  cada línea. Infinitas  las p...