Estoy loco. Me embucho
palabras a mansalva
y las devuelvo a modo
de retahíla: un input
y un output; y se ignora
cuál algoritmo opera
y por qué desvaría.
Catorce letras tienen el nombre y apellido con que firmás. Podría escribir un soneto en el que encabezaran cada línea. Infinitas las p...
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