mis preguntas, responde
y calla. Yo también
me callo. Por un rato
nos volvemos los dos,
ya sin pensar, un mito
mientras la vida sigue
sin sobresaltos. Luego,
al despedirme, toma
la palabra. Süave
y tímida, sugiere
un "no cortes aún"...
(Madre delicadísima,
niña desamparada.)
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