domingo, 17 de abril de 2022

EL HOMBRE, LA MUJER

No puedo columbrar 
cómo fue tu jornada, 
amiga que en su hogar 
llora de a ratos. Cada 

palabra que sonó 
en los audios no mucho 
de tus penas contó, 
aunque las siento. Un pucho, 

pensativo, prendí 
y escribo sin apuro 
un sonetillo impuro 

que se acuerda de Alí, 
quien nunca me confió 
sus cuitas ni lloró. 

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