Las palabras que digo,
las que decís, tal como
se suceden, graciosas
y ligeras, se esfuman
para dar paso, luego,
a más palabras. Vos
se ve que estás a gusto
en este porche frente
al mandarino. Nadie
pretende que seamos
nada más que la risa
de una velada y noche
de amistad, nadie pide
nada más. Una mesa
ratona nos separa
a la vez que nos une.
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