si fuese la primera
vez que la viera, rosa
ante mis ojos. (Una
luz pálida ilumina
la mesa en la que escribo.
La sombra de mi mano
cubre la frágil página
de este texto de nombre
peregrino.) Escribir
es tallar sus penates,
es concebir mi yo.
Catorce letras tienen el nombre y apellido con que firmás. Podría escribir un soneto en el que encabezaran cada línea. Infinitas las p...
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